¿Fue cierto, fue un sueño? La verdad es que el recuerdo tan vívido... tan físico de ciertos detalles extraños de una noche de verano permanecen en mi memoria, enquistados. La verdad también es que durante muchos años dichos recuerdos, esos sólidos recuerdos, fueron un quebradero de cabeza para mí y fuente de muchas preguntas y angustias. Otros eventos, no de la misma magnitud pero supongo que relacionados a esta experiencia, se sucederían a lo largo de los años que viví en La Molina. Pero de ellos la verdad es que ninguno fue tan impresionante (excepto uno, pero en otro nivel) como el que creo que viví esa noche.